domingo, 18 de noviembre de 2012

ETERNA AMISTAD

--¡Ella sabrá lo que hace!, --Si no viene, se perderá una romántica cita.
--Tú siempre tan sabihondo, no puedes callarte y dejar de emitir sonidos por esa boca pestilente.
Se dio la vuelta para encarar a su amigo, que se veía bastante nervioso por el plantón de su cita, cada vez más evidente.
--¡Eh!, No te enfades conmigo que yo no soy el que te está dejando plantado. Como pudiste pensar que ese bombón de pómulos huesudos, enormes ojos verdes y piernas que se pierden en el tiempo, podía fijarse en un tipo bajito y sin sustancia como tú.
--¡Eh, tú!, Sin insultar que yo siempre fui un rompecorazones.
--¡Rompecorazones!, --siempre fuiste un idiota y un engreído--. No sé, cuando te vas a enterar que eres bajito, pesadito y las mujeres se alejaban de ti, como de la peste bubónica.
Otra cosa que no te he dicho, pero que hoy te voy a decir, ese traje harapiento y desgastado que llevas, es barato, de saldo de grandes almacenes.
 --¡Mira, ojos saltones! --No te traigo más a una cita y para tú información, este es mí mejor traje.
Te daría un puñetazo pero me pegué la mano  hace apenas una hora y no quiero que se me caiga, merluzo, que eres un merluzo. ¡Es que no te soporto!
--¡No te lo crees ni tú!, -- seguro que los mejores harapos los empeñó tú parienta para sacar una perrillas--. Lo que faltaba era que insultaras a mi mujer, que es una santa.
--En eso estoy de acuerdo, aguantar un tipejo como tú, durante diez años, cada día, es para concederle la santidad.
--¡No te soporto! ¡Me vuelvo a mi ataúd para disfrutar del descanso eterno!
--¡Venga! --No te lo temes así, es que me aburro mucho, todo el día en esa caja de pino, sin nada que hacer--; --pienso en la eternidad y me entran ganas de suicidarme--.
--Pues a buenas horas te acuerdas del suicidio.
--No seas malo conmigo. ¡Mira!. Ya se me ha salido el ojo, con tanta discusión, me pongo nervioso y mira lo que pasa. Ayúdame a ponérmelo en su sitio, ayer se me cayó el dedo índice y no me lo he pegado todavía.
--Te ayudo, si retiras lo de bajito y pesadito.
--¡Vale!, --lo retiro, amigo--.
--¡Que asco das, por Dios! ¡Dame, af... que asco!
--Gracias amigo, volvamos a los ataúdes y te cuento un chiste mientras te duermes.
--¡Vale!, --es que esto de estar muerto es muy aburrido.
--¡Buenas noches!
--¡Buenas noches, amigo!